La evolución del régimen socialista soviético en el periodo de entreguerras (1918-1939)

   
 

Lenin continuó presidiendo el gobierno de su país hasta el año de su muerte, en 1924. Tras una fuerte lucha por la sucesión, protagonizada por Trotski y Stalin, éste logró el pleno control del Partido Comunista y del Estado soviético hasta el año de su muerte, en 1953. Independientemente de sus diferencias en cuanto a sus puntos de vista respecto al desarrollo que debía tener el socialismo soviético, tanto Lenin como Stalin contribuirían a la consolidación progresiva del socialismo soviético gracias al impacto que sus medidas y acciones tuvieron, algunas de las cuales son las que se mencionan a continuación:

   
 

La implementación de la Nueva Política Económica (NEP), vigente entre 1921 y 1927

   
 

La NEP se puso en marcha para  superar la crisis productiva y los problemas sociales y políticos  acrecentados por el fracaso de las políticas económicas de los años anteriores, así como por la guerra civil y la intervención extranjera; se trataba de un sistema transitorio de economía mixta,  por el cual el Estado se encargaría de planificar y controlar la gran industria,  el sistema de comunicaciones y transportes, la banca y el comercio exterior;  en tanto que la iniciativa privada tendría la facultad de intervenir en la pequeña industria, el ramo agrícola, el pequeño comercio y la producción artesanal.

 
 

Con la implementación de la Nueva Política Económica (NEP), el gobierno, en lugar de requisar el excedente de producción agrícola, permitía a los campesinos vender sus productos en un mercado abierto después de pagar un impuesto proporcional a su producción neta. En esta fotografía se observa un mercado local donde los campesinos y pequeños productores ofrecen sus productos. Tomado de: www.marxists.org/.../politics/misc/NEP.JPG

 

 

La nueva política propició el crecimiento de la producción y el resurgimiento de la industria, si bien el Estado continuó dictando medidas para la colectivización del campo, tales como la creación de granjas estatales y cooperativas agrarias.

   
 

La formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)

   
 

De acuerdo con su Constitución, promulgada en 1924, la URSS funcionaría  como  una federación de repúblicas, con dos Cámaras –el Soviet de la Unión y el Soviet de las Nacionalidades- del Comité Central Ejecutivo de los Soviets. El texto  constitucional   respaldaba la igualdad  y derecho de autodeterminación  de los pueblos de Rusia en lo relativo al  sistema judicial, educativo y sanitario y el uso de su propia lengua mientras que la Unión se reservaba la facultad para intervenir en lo relativo a  la política exterior, la planificación de la economía, la defensa  militar y, la previsión social, entre otros aspectos.

   
 

La contención de la oposición política a favor del Partido Comunista

   
 

El hecho se logró dado que Lenin detuvo la existencia de tendencias políticas diversas al interior del Partido Comunista al prohibir, en 1921, que se manifestaran como lo estaban haciendo en ese momento quienes le reprochaban el haber establecido un autoritarismo jerárquico y burocrático, mientras que otros reclamaban un mayor apoyo a los sindicatos de obreros. De hecho, el Partido Comunista monopolizó el poder en toda la URSS; en las elecciones de soviets era el encargado de presentar la lista de los candidatos, de modo que no se podía intervenir en la vida política más que a través de la militancia en el mismo.

   
 

La sustitución de la Nueva Política Económica por los Planes quinquenales

   
 

Se trata de un nuevo programa económico, proyectado cada cinco años y  que José Stalin puso en marcha a partir de 1928 con el propósito de  extender la socialización, planificación y centralización de toda la economía y consolidar a corto plazo el proceso de industrialización, así como  la modernización y colectivización de la tierra –para garantizar el abasto de alimentos y mano de obra. Así, toda la producción pasó gradualmente a manos  del Estado o de cooperativas y granjas agrícolas, desapareciendo la propiedad privada de los medios de producción y logrando que hacia 1939 la URSS contara con un poderoso desarrollo industrial  que la puso en el segundo lugar, después de Estados Unidos, con la capacidad económica y militar para participar con éxito en la Segunda guerra mundial del lado del bloque de los aliados.

   
 

Por otro lado, la nueva política económica permitió que los salarios de algunos  obreros de las ciudades se incrementaran al tiempo que mejoraron sus condiciones de vida pues se establecieron organismos de salud pública y se abarataron las viviendas; asimismo, se abatió el desempleo y la explotación de mujeres y niños. No obstante, para alcanzar semejante situación, la población rusa vio restringido su nivel de consumo y fue sometida a exigencias productivas a las cuales no podía oponerse por el nivel de represión que el régimen aplicaba; así, por ejemplo, se impusieron requisas de grano que provocaron que millones de personas murieran de hambre, se prohibieron las huelgas y las reclamaciones sindicales sobre los salarios o jornadas de trabajo y el incumplimiento de los planes eran condenadas y castigadas como sabotaje, además de que se fue conformando un sector con ingresos más altos que la de los obreros: altos funcionarios de gobierno, directores, ingenieros, intelectuales favorecidos por el régimen, capataces y técnicos, entre otros.

   
   
 

El gobierno de Stalin, justificado en la idea sobre la necesidad de la dictadura del proletariado como fase necesaria para transitar hacia el comunismo, impuso un gobierno totalitario caracterizado, entre otros aspectos, por la concentración del poder en la figura de Stalin; el culto a su persona; el fortalecimiento de la burocracia, el centralismo y el  Partido Comunista; la represión de todo discrepancia; así como las purgas de quienes fueron considerados “enemigos del régimen y de la patria soviética”. Una de las víctimas de esa política fue el mismo Trotsky, quien fue expulsado de la URSS en 1929 y asesinado en México por agentes de Stalin, en 1940.

 

El decreto constitucional de 1936

   
 

Suponía la consolidación definitiva del socialismo de la URSS, reconocía el sufragio universal, igual, directo y secreto para los ciudadanos mayores de 18 años; aunque sólo permitía presentar candidaturas a instituciones del estado, especialmente al Partido Comunista, el único reconocido por la ley.  También se incluyeron algunas libertades políticas como la libertad de conciencia, de expresión, de prensa, de asociación y reunión, “de conformidad con los intereses de los trabajadores y la consolidación del socialismo” por lo que no se podía atacar la propiedad colectiva, por ejemplo.

   
 
           
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