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Las repercusiones de estos desplazamientos abarcan aspectos económicos, políticos y culturales tanto para las polis griegas como para los pueblos conquistados. El proceso expansionista griego se basó en el control político y económico de las polis sobre su región, y sin embargo, no se fortaleció la conformación de una nación griega. La dominación helénica, a diferencia de la romana, fue más flexible y abierta, debido a que se sustentó en factores de tipo comercial y no de dominio político y militar. Las nuevas polis eran territorios que gozaban de gran autonomía y no obligaban a los pueblos sometidos a pagar tributos. |